EN HONDURAS, HOY, LA VIDA ES DISTINTA
Jorge Luis Oviedo
Hoy la vida es distinta en Honduras
Son más cortas las noches
Pero mucho más largos los días
Cada amanecer es distinto
Como cuando Dios hizo cielos y tierra
Cada mañana
Aprecias de nuevo
El sol
La lluvia
Los colores del día
La voz de tus hijos
El cariño de tu esposa
La mano en la espalda
El beso o el abrazo de la despedida
Porque estás consciente
Muy consciente
Que puede ser el último
Beso o abrazo que des en tu vida
Porque acecha la muerte
De verde olivo
O de verde moteado
O de un oscuro azul uniformado
Con botas y cascos pesados
Con garrote o metralla
Acecha la muerte
Lo mismo frente a tu casa
Que en algún negocio inocente
O en las esquinas que eran tranquilas
No importa
Por todos los sitios
Y a todas las horas
Desde el aire se oye
El estruendo de la muerte
Revoloteando
Desde algún Pegaso moderno
De cascos y alas de acero
Con poderosa garganta de fuego
O desde cualquier calle
De tu pueblo o ciudad
Acecha la muerte
De día o de noche
Y te hace vivir
Cada día
Como si fuera el último
Cada hora
Como si fuera la última
Cada minuto y cada segundo
Con la verdadera intensidad
Con que debe vivirse la vida
En tiempos de guerra o
En tiempos de paz
Para que una vida
La tuya o la mía
La de tu hermano
O tu enemigo
Valga
De veras
La pena
jueves, 13 de agosto de 2009
miércoles, 12 de agosto de 2009
HA VUELTO LA BARBARIE (poema)
HA VUELTO LA BARBARIE
Jorge Luis Oviedo
Vieja,
Calva,
Terca,
Testaruda,
Muy testadura;
Sin memoria,
Sin conciencia,
Despiadada;
Terriblemente despiadada;
De largas uñas,
De afilados colmillos y
Sedienta de sangre,
Ha vuelto la barbarie.
Apertrechada como un tanque,
Recubierta de hojalata,
Con escudos,
Con metrallas,
Con garrotes,
Con estruendo,
Entre bombas lacrimógenas,
Mostrando garras y colmillos
Ha vuelto la barbarie.
Y como en los viejos tiempos
(Aquellos tiempos
Que parecían olvidados
En los rincones de los libros
En cenizas páginas,
En trastiendas recónditas)
Ha vuelto;
Se la puede ver durante el día,
De blanco almidonado
O de nítidos trajes azules
O de negro total;
Y encapuchada
Embiste como un toro de lidia,
Arremetiendo con instinto asesino,
Contra toda humana razón,
Contra todo cuerpo indefenso.
Y se la ve en el culto
Con las manos elevadas,
Clamando al cielo
O se la ve de rodillas
Frente al Cristo crucificado
Con traje clerical y de bonete rojo;
Antes de apretar el gatillo del fusil
Y destrozar una cabeza más.
La Barbarie ha vuelto
Y se apellida hoy:
Michelleti,
Canahuati,
Vásquez o Ferrari,
Como se apellidaba ayer:
Rosas,
Ubico,
Trujillo,
Carías o Somoza.
Jorge Luis Oviedo
Vieja,
Calva,
Terca,
Testaruda,
Muy testadura;
Sin memoria,
Sin conciencia,
Despiadada;
Terriblemente despiadada;
De largas uñas,
De afilados colmillos y
Sedienta de sangre,
Ha vuelto la barbarie.
Apertrechada como un tanque,
Recubierta de hojalata,
Con escudos,
Con metrallas,
Con garrotes,
Con estruendo,
Entre bombas lacrimógenas,
Mostrando garras y colmillos
Ha vuelto la barbarie.
Y como en los viejos tiempos
(Aquellos tiempos
Que parecían olvidados
En los rincones de los libros
En cenizas páginas,
En trastiendas recónditas)
Ha vuelto;
Se la puede ver durante el día,
De blanco almidonado
O de nítidos trajes azules
O de negro total;
Y encapuchada
Embiste como un toro de lidia,
Arremetiendo con instinto asesino,
Contra toda humana razón,
Contra todo cuerpo indefenso.
Y se la ve en el culto
Con las manos elevadas,
Clamando al cielo
O se la ve de rodillas
Frente al Cristo crucificado
Con traje clerical y de bonete rojo;
Antes de apretar el gatillo del fusil
Y destrozar una cabeza más.
La Barbarie ha vuelto
Y se apellida hoy:
Michelleti,
Canahuati,
Vásquez o Ferrari,
Como se apellidaba ayer:
Rosas,
Ubico,
Trujillo,
Carías o Somoza.
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