Oh gloriosas Fuerzas Armadas,
Las más temibles,
Las más amadas.
Oh glorioso ejército de Honduras
Que tantas victorias tienes,
Contra indefensas creaturas.
Oh gloriosas Fuerzas Armadas
Que derrocando presidentes
Y reprimiendo a la más humilde gente
Son -del mundo- las más afamadas
Siempre han ganado la guerra,
Cuando se trata de derrocar
A un Presidente popular.
Cuando se trata de echar por tierra
Los sueños de un pueblo entero
Siempre madrugan primero
Para los sueños truncar.
Muy buenos con la bayoneta,
Magníficos con el fusil;
En junio como en abril
Y al son de la trompeta,
Hacen rodar las tanquetas
Sobre cualquier manifestante;
Y con sus eme diez y seis
Matan en un instante
Cuantas cabezas encuentren;
Por eso es que son valientes.
Aquellos que los adoran tanto,
Sin que les asome espanto,
Les derraman bendiciones
De sus dorados corazones;
Y con la vista elevada al cielo,
Mientras de rojo se tiñe el suelo,
Los pastores y los cardenales,
Al pueblo le predicen males;
Y lo llaman haragán
Y turba mal educada.
El mundo no ha conocido
Ejército más victorioso
Cuando de reprimir se trata
A un pueblo desprotegido
Desde mil novecientos cincuenta y seis
En dos cosas han triunfado
Traicionar al pueblo de Honduras
Y en dar golpes de Estado
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